Just another WordPress.com site

Pasatiempos

LA MUSICA DE LA NOCHE

Si escuchas con cuidado, puedes oirla, la música de la noche… A veces ruge como el trueno y retumba como mil tambores…
 
A veces viene en las suaves y deslizantes alas de la luz de luna…
 
Y a veces llama a alguien…
 
Dicen que si miras al abismo el tiempo suficiente, el abismo te mira de nuevo a ti…
 
Ahi, retumbando en el oscuro vacio del caos, lo real y lo ficticio se fucionan…
 
Y solo una verdad prevalece…
 
Todo cambia.

TORMENTA ROJA

Hubo una vez una tormenta… Una tormenta de vientos rojos. Que trajo fuego y acero. Llegó a un bosque y dejo un árbol de pie…

Sonia 13 448x336 Sonia 14 448x336 Sonia 15 448x336

Yo estoy en ese árbol, me llamo Jessa.

Y esta no es mi historia. Es la historia de la tormenta, de la Tormenta Roja… Era blanca y roja, como arena y fuego.

Sonia 03 Sonia 16 Sonia 05

La tormenta llegó de pronto. Si sólo lo hubiese sabido, podría haber huido… o haber envenenado su bebida…

No sé por qué lo hice. Dijeron que me harían daño si no lo hacía.

Aunque los hombres ya me habían hecho daño antes… Creo… que una parte de mi lo quería. La parte de mi que quiere un lugar aquí. La parte de mi que lo reza y lo aclama en los sacrificios.

Sonia 17                                         Sonia 19                                        Sonia 18                     

Dijeron que no pasaría nada. Le quitarían sus cosas y yo tendría su cuchillo. Mi propio cuchillo…

Le dije a un guerrero, “la tormenta esta en su alma”. Pero estaba borracha. La tormenta morirá en ella… y ahora también ella morirá. O eso dijeron ellos. Hablando como hombres de guerra, que saben tales cosas.

Sonia 07              Sonia 08             Sonia 09

Creímos estar en el ojo de la tormenta.

Pero los vientos cambiaron y el ojo desapareció.

El momento de calma había pasado, y ahora sólo quedaba el viento, la tormenta roja, la lluvia roja…

Sonia La Roja.

Sonia 11                                                                               20

Ella vio lo que éramos, y nos juzgó. Oh, Dios, nos juzgó. Y no Había ninguna piedad en ella. A pesar de que me dejo vivir, no había piedad en ella…

Mira me dio el cuchillo que me habían prometido. Y me dio mi vida, como si supiera que vivir en este lugar era lo peor que me podía pasar.

Hubo una vez una tormenta…

Una tormenta de vientos rojos. Que trajo fuego y acero.

Llegó a un bosque y dejo un árbol en pie…

Yo estoy en ese árbol.Sonia 12